20 abril 2024

    La Confraria de Pescadors cumple 100 años de vida

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    El patrón mayor, se jubila tras treinta y nueve años de actividad. Este año acaba su mandato, coincidiendo con el centenario de la cofradía

    Cuando hablamos de un lugar, siempre hay una serie de aspectos que suelen tener relación con el mismo. Una serie de características que forman parte de su personalidad y carácter que se han ido forjando y formando con el paso del tiempo.

    Pep Uceda: “La pesca representa un papel muy importante en la cultura popular de Cala Rajada”

    Este es el caso de Capdepera y en el día de hoy, en concreto de Cala Rajada. 

    En Faxdepera hablamos habitualmente, gracias principalmente a los escritos de nuestro colaborador Nicolau Nadal, de la relación de nuestro núcleo costero con la pesca (como no podía ser de otra manera).

    En esta ocasión, y aprovechando que la Confraria de Pescadors de Cala Rajada cumple en 2023 su centenario desde su creación, hemos querido hablar con el patrón mayor, Pep Uceda, presidente del colectivo y recientemente jubilado (desde el pasado mes de febrero). 

    Con él, hemos querido mantener una conversación para hablar de la Confraria, del sector, de la evolución del mismo y, por qué no, de sus vivencias y de su experiencia a lo largo de los treinta y nueve años (1984 – 2023) que ha dedicado a esta actividad profesional, que le viene de familia ya que su mujer, Lina Mercant es de la saga de los Castus, a la cual ahora se ha incorporado su hijo Xisco Uceda Mercant, de 36 años (quien por cierto ha adquirido su propia embarcación para iniciar su trayectoria profesional en el sector).

    “Como no puede ser de otra manera en casa, de toda la vida, el mar y la pesca siempre han sido tema de conversación”, explica Pep en uno de sus comentarios para hacer referencia a las cinco o seis generaciones de su familia que se han dedicado a la pesca y el mar. 

    Reconoce que a pesar de estar jubilado oficialmente desde el pasado mes de febrero, “no he desconectado de nada”, explica. “Son momentos ahora de mucho teléfono, hablar con mi hijo para ayudarle en su inicio, preparar el centenario de la cofradía y otra serie de temas que tienen que ver con el colectivo, que aunque no impliquen salir a pescar a diario, sí me tienen conectado todo el día”. 

    Además, se da la circunstancia de que con el fin de la legislatura, suelen producirse también relevos en las federaciones y cofradías y es por ello que a Uceda le deben quedar pocos meses de presidencia y patronaje mayor. 

    “No, no me volveré a presentar”, asevera tajantemente. Parece que ahora “ha llegado el momento de dar un paso a lado y dejar que gente más joven coja el relevo”. 

    Una gente más joven que por lo visto está realizando un cambio generacional en el sector pesquero de nuestro municipio muy sano y positivo. 

    “Prácticamente la mitad de los pescadores de la Confraria son jóvenes con una media de trenta años”, explica el patrón mayor al mismo tiempo que añade que “son chicos que además se están incorporando, algunos de ellos, con embarcaciones nuevas”. 

    Esto ocurre tanto en las embarcaciones más pequeñas (llauts), como en las barcas de arrastre, bous.

    Otro de los aspectos que remarca Uceda es que la pesca en Cala Rajada se mantiene con un buen estado de salud, a parte de la ya mencionada incorporación de los jóvenes, al trabajo desempeñado por migrantes, principalmente de procedencia senegalesa que ya se dedicaban en sus país a la pesca. 

    “Se han adaptado perfectamente a las peculiaridades y características pesqueras de nuestra zona”, cuenta. 

    Uceda reconoce que con el paso del tiempo “han cambiado muchas cosas en el mundo de la pesca”, dice. De hecho, “todo aquello que tiene que ver con las innovaciones tecnológicas. Antiguamente salíamos al mar con una sonda de papel y compás, y hoy en día disponemos de puertas, GPS, sondas digitales y una maquinaria que permite reducir muchos de los trabajos que antaño había que hacer a mano”. 

    “Se ha ganado en mejoras que nos permiten salir a trabajar más días, con un menor esfuerzo físico”, cuenta.

    Otro de los aspectos en los que ha mejorado el sector con el paso de los años desde la creación de la Confraria en 1923 es en la profesionalización burocrática. 

    “La Confraria de Cala Rajada nació gracias a un movimiento impulsado por un marino del norte de España relacionado con el mundo sindical, las familias y los trabajadores para proteger el sector”, explica Uceda, quien añade que “por aquella época creó un modelo profesional de colectivo pesquero que extrapoló a otras zonas”. 

    De hecho en Balears, entre 1922 zonas como Eivissa o Pollença crearon sus cofradías de pescadores. Tan solo un año después nació la de Cala Rajada. 

    “Antes de esto, la pesca era un sector profesional, pero no estaba organizado como colectivo”, desvela el patrón mayor. 

    Fue a partir de aquí cuando se crearon unos estatutos, un organigrama del colectivo y empezó una andadura que continúa vida hasta el día de hoy.

    ¿Pero realmente qué representa la Confraria de Cala Rajada?

    “Sin duda es un lugar de seguridad jurídica y administrativa de los profesionales del sector del municipio. 

    Unos profesionales que conforman una ‘familia’ de medio centenar de personas que representan a otras tantas familias. 

    “Sin duda la pesca no es solo una actividad profesional de Capdepera y Cala Rajada, forma parte de nuestra cultura popular”, comenta Uceda porque “es algo que se ha desarrollado durante toda la vida y ha formado parte de nuestra esencia local”.

    ¿Se ha perdido la pesca tradicional?

    “En absoluto”, afirma de forma contundente el presidente de la Confraria. “De ninguna manera se ha perdido la tradición”, dice; “lo único es que se ha profesionalizado administrativa y burocráticamente, con más controles de todo tipo”.

    Gracias a la Confraria, Uceda cree que “así los pescadores nos dedicamos plenamente a lo que realmente sabemos y nos gusta hacer, que no es otra cosa que pescar”. 

    El secreto de que el sector en Cala Rajada esté en un buen estado de salud y forma es, “sin duda, gracias a la buena relación que hay entre todos los pescadores, lo cual ha hecho que el cambio generacional sea posible”.

    El único hándicap al que tienen que hacer frente los pescadores de nuestro municipio es a la distancia que hay con Palma. “Los costes del transporte a Ciutat, nos hacen perder un poco de competencia con el resto de ‘competidores’, si bien es cierto que nosotros tenemos la parte positiva de gozar del caladero del Canal, que es una zona muy buena; de esta forma una cosa se compensa con la otra”.

    Otro de los aspectos a los que también tienen que hacer frente es a las estrictas normas administrativas procedentes tanto de la Unión Europea como del Ministerio y el propio Govern. 

    “Las barcas de arrastre lo tienen más difícil”, explica Uceda, ya que tanto por el número de días, como por las horas máximas por jornada que pueden pescar (de 5 de la madrugada a las 17 horas), limitan mucho el margen de actuación para ellos.  

    “Todo está muy regulado y vigilado. Tenemos inspecciones constantes de todos los organismos para comprobar que se cumplen las normas”. 

    El trabajo de pescador, como bien es sabido, y más en un municipio como el nuestro, no es solo salir al más a por el mayor número de capturas posible. 

    Aquí entran en juego otros aspectos como la preparación previa, el acabar la tarea una vez que se llega nuevamente a puerto tras una jornada entera en el mar…

    “La dura de pescador no es tan dura como antes, pero sí es muy insegura”, comenta Uceda. “Es una profesión en la que no sabes si podrás salir al mar por el mal tiempo, si tendrás averías imprevistas, si te llegara el sueldo a fin de mes”, añade. 

    “Es un mundo de incertidumbre lleno de aventura, donde los que nos dedicamos a ésto estamos marcados por dos aspectos clave: que nos gusta la naturaleza y que es una vocación”, afirma el patrón mayor de Cala Rajada.

    En definitiva: “es un trabajo que se ha de sentir y en el que te ha de gustar lo que haces”. 

    Decir Cala Rajada es hablar por tradición de pesca. Es una profesión que con el paso de los años forma parte de la cultura gabellina. 

    “Recuerdo aquellos años en los que la gente del pueblo nadaba en el puerto y veía entrar y salir las barcas de pesca. Las familias más tradicionales y de aquí, saben que la pesca forma parte de nuestra idiosincrasia como pueblo y lo valora la Confraria”, argumenta el protagonista de esta historia, porque según añade “de una u otra manera, con el paso de todos estos años, todas las familias de la zona han pasado de una u otra manera por el mundo de la pesca”.

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