Lorenzo Tous Massanet nació en Capdepera en 1933. Desde 1944 a 1956 estuvo en el Seminario de Palma ; a partir de este año y hasta 1958 fue estudiante universitario en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma; desde 1958 a 1961 pasó por el Instituto Bíblico de la Ciudad Papal, y más tarde estuvo en Alemania y en la Casa Santiago de Jerusalén. De vuelta a Mallorca fue profesor de Sagrada Escritura en el Seminario y, en 1962, nombrado Canónigo lectoral muy ilustre, miembro relevante del Capítulo de la Santa Iglesia Catedral Basílica, la Seu de Mallorca. Mientras estaba en activo, era animador del Movimiento Bíblico y Vicario de la parroquia de la Inmaculada de Sant Magí. Activista social y capellán de la prisión de Palma, desde 1980 a 2012 y, en pleno ejercicio, en las instituciones “Grec”, «Siloé” y “Zaqueu”.
El 14 de junio de 1996, la Reina Sofía le hizo entrega a Lorenzo Tous de la “ Cruz de Plata de la Orden Civil de la Solidaridad Social” por su excelente labor como capellán de la prisión de Palma y en pro de los enfermos de sida. Como “alma mater” de la rehabilitación del degradado barrio de “Es Jonquet” de aquella capital y su actividad en los centros de acogida de los desarraigados, citados más arriba, el 28 de febrero de 2011 el Govern Balear le otorgó el “ premio Ramón Llull”. Es autor de varios libros, algunos de ellos relacionados con Capdepera y su entorno, además de temas costumbristas locales e historia del pueblo que le vió nacer. Llegado el momento de su jubilación, tras el fallecimiento de su madre Leonor, centenaria “gabellina”, se trasladó voluntariamente a residir en Ceínos de Campos (Valladolid), a modo de retiro, lejos del mundanal ruido. Por cierto, allí, recientemente se ha tributado un homenaje a Tous y a otro sacerdote, juntamente con el sacristán de la parroquia.
No han sido pocos los paisanos suyos que le han visitado y continúan yendo a su casa en aquella pequeña población de Castilla. Algunos de ellos – quizás por aquello que reza el dicho de “nadie es profeta en su tierra” — nos comentan que fue muy flaco el favor y la consideración que con él se ha tenido en su villa natal. Personas destacadas o distinguidas de Capdepera añaden, al ser inquiridos por nosotros, que Lorenzo Tous debería figurar como hijo ilustre de la villa. A todos ellos les consta que el sacerdote continúa sintiendo nostalgia de su tierra.
En otra página de esta revista explica nuestra compañera Maria Juan que, Cecili Buele editó y firmó un libro biográfico sobre Lorenzo Tous, un hombre que rezuma humildad y que lleva impreso en su corazón el dolor de todos aquellos presos, de aquellos drogadictos, de los pobres, a los que le cupo servir y atender durante años, aquí en Mallorca.
Dice Llorenç a su amigo Buele: __ “Deseo vivir en paz en este recóndito lugar caste-llano, pues tantos recuerdos ya me pesan. Cuando yo era pequeño nos enseñaban a pedir perdón cuando veníamos de confesarnos. Íbamos a besar las manos a nuestros padres y abuelos, que nos enseñaron a decir: Queréis perdonarme si os he agraviado, ofendido? . Y los padres y abuelos respondía: Dios nuestro Señor nos perdona a todos! “
Una anécdota que nosotros recogemos sobre la cual, quienes visitaron a Tous en la península quedaron convencidos que aquella petición de perdón se hacía extensiva hacia todos aquellos a los que èl considera que , involuntariamente, podía de alguna manera, haber ofendido. Alguien nos recuerda que, en cierta ocasión, en el Oratorio del Castillo , en la fiesta de la Virgen de la Esperanza en que Lorenzo Tous predicaba la homilía, él citó a los presos que orientaba y cuidaba en la prisión de Palma, en su calidad de capellán de aquella institución. Parece ser – cuentan — que aquel sermón fue malinterpretado por algunos grupos de fieles asistentes a la misa. Obviamos las desafortunadas palabras e invectivas al efecto de paisanos suyos, los cuales, con posterioridad a dicho acto, poco menos que anatemizaron a Tous sin razón alguna. Desde entonces, no ha regresado – como solía hacer cada año — al Castillo, en la novena y el día de la patrona. Tous vendió la casa familiar de la calle del Mar y emigró a Valladolid. Muchos de los que conocen a Llorenç aseguran que fue víctima de la maledicencia de ciertas gentes que, desgraciadamente, no supieron interpretar bien el contenido del sermón en cuestión.
___” De seguro que Lorenzo Tous, con su humildad e inteligencia reconocidas, nos reprocharía cuánto acabamos de narrar. Debería rendírsele, ¿qué duda cabe? el reconocimiento popular que, tanto su persona como su trayectoria, se merecen”, terminan manifestándonos nuestros comunicantes.Y ya se sabe: “ de bien nacidos, es ser agradecidos”.
